Centenares de personas han participado este domingo en Bunyola en el llamado 'Día de la Dignidad', una iniciativa impulsada por la APIMA del CEIP Mestre Colom del municipio 'bunyolí', con la intención de apoyar a los maestros de la escuela y, en especial, al equipo directivo que presentó la dimisión hace unos dias.
Sobre las once de la mañana, una columna de vecinos de Bunyola ha caminado hacia un árbol situado en uno de los jardines del CEIP Mestre Colom, cada uno con una piedra en la mano en la cual habían escrito su nombre con letras verdes. Allí han depositado cada una de las piedras realizando una espiral hasta formar un pequeño monumento a la 'dignidad'.
El objetivo de la iniciativa, según la AMIPA del Mestre Colom, era dejar un espacio que sea un recuerdo de la lucha por la libertad, el diálogo y la coherencia y en defensa de la educación. «Un pequeño y simbólico espacio que recuerde para siempre esta época tan negra», ha dicho Maria Cloquell, portavoz de la asociación. Este lugar ha quedado bautizado como el 'Árbol de la Dignidad'.
Manifiesto
La mañana ha continuado con otro acto simbólico. Las personas de mayor y de menor edad que han participado en la iniciativa han depositado una de las piedras, con la palabra 'dignidad', en un rincón del patio en el que los maestros habían ido plantando plantas aromáticas a lo largo de los años.
Para finalizar el acto, una representante de los padres y madres ha leído un manifiesto en opoyo a los docentes del centro. «Mestros, os queremos decir que confiamos en vosotros, que estamos muy contentos con vuestro trabajo, que dejamos los niños en vuestra manos con total confianza. Entendemos vuestra dimisión como un gesto de dignidad en mayúsculas. Un gesto que, una vez más, enseña vuestro valores a los niños. Enseña que las personas tienen que luchar por lo que creen, dentro de un sistema democrático y, por lo tanto, pacífico».
La directora del CEIP Mestre Colom de Bunyola, Francisca Jaume, ha contestado que «Esta palabra 'dignidad', por la que hoy estamos aquí, es la que hace mucho tiempo que nos hacía hervir la cabeza. Si no hubiéramos dimitido, estábamos a punto de perderla y se nos habría hecho muy difícil poder miraros a la cara, sobre todo, a nuestros compañeros de escuela».
El acto se ha cerrado con la interpretación del 'Canto dels Ocells'.