El dragado del puerto de Maó comenzará la segunda semana de febrero con un cambio notable en su proyecto ejecutivo al incluir concesiones a las entidades ecologistas, según ha informado la Autoridad Portuaria de Baleares.
Estos cambios incluyen algunas propuestas de las entidades ecologistas que se oponían desde un principio al vertido al mar de los lodos extraídos debido a su contaminación por metales pesados.
La Autoridad Portuaria de Baleares ha mantenido una de sus reuniones periódicas para tratar los temas de la rada mahonesa.
Las principales novedades del proyecto son, según han informado algunos de los asistentes a esta reunión, que se rebaja la extracción de fangos del lecho marino y que los más contaminados se depositarán en la nueva fase del vertedero de Es Milà en Mahón, que dispone de una zona especial para este tipo de materiales ya que es impermeable e impide que los elementos más nocivos se filtren al suelo y los acuíferos.
Según ha explicado el director de Puertos, Juan Carlos Plaza, no se dragará la zona de Sa Colársega puesto que por allí no transitan los grandes buques y es una de las áreas con más metales pesados.
Al no removerse el lecho, esos materiales pesados no aflorarán ni contaminarán. También se rebaja la profundidad del dragado: de los trece metros previstos se pasa a sólo diez, lo que deja un margen de tres para la navegación marítima ya que se requieren sólo siete metros.
A la hora de devolver los lodos extraídos al mar frente a las costas de Sant Lluís, primero se verterán los fangos con una contaminación media y, por encima, se tirarán restos sin metales pesados para sepultar a los primeros y evitar que estén en contacto permanente con el agua.
Por otro lado, todo el proceso se podrá seguir en directo a través de internet y bajo control del Instituto Español de Oceanografía.
Desde la patronal de empresas náuticas APEAM, su portavoz en Menorca, José Ignacio Seguí, se ha mostrado «muy satisfecho por todos estos cambios que son posibles gracias a la actitud del nuevo director de Puertos».
«El dragado -ha añadido- era muy necesario porque debía hacerse desde 2008 y estamos ya en 2014; de no ejecutarlo habría buques que no podrían entrar en el puerto este año».
Seguí ha añadido que confía en que esta actitud de Puertos hacia Maó se mantenga por cuanto hay varios temas por resolver en los muelles menorquines que requieren del acuerdo entre la administración y los agentes locales.
Desde las organizaciones ecologistas se valora positivamente el nuevo proyecto aunque todavía quedan pequeños flecos por debatir con la Autoritat Portuària de Balears como la cantidad total de lodos que se depositarán en Es Milà.