Atentado. Miserable. Cobarde. Estas son las palabras con las que el presidente del PP en Eivissa y presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Serra, definió el ataque con fuego que sufrió la madrugada de ayer la sede del PP, situada en la avenida Bartomeu Rosselló de Vila, y, consecuentemente, los vecinos del inmueble. Aunque los daños materiales, aún no cuantificados, son importantes, nadie resultó herido, si bien, a juicio de Serra, con este atentado «de gran trascendencia no ya local, sino nacional», se ha traspasado «una línea roja». Serra apuntó que, en otras ocasiones, se han hecho pintadas en la sede del PP, se han colocado pegatinas, «pero ésta es la primera vez que en Eivissa se usa el fuego, y eso supone traspasar una línea roja».
El ataque, perpetrado con un líquido inflamable, se produjo sobre las seis de la mañana, si bien ya a las cuatro algunos vecinos se despertaron sobresaltados. Lucas Costa Costa, presidente de la comunidad del edificio, escuchó ruido a las cuatro y se asomó a la ventana, pero no vio a nadie.
«Estarían dentro del portal y no se les veía», dijo, «y como a veces los camiones de las tiendas de ropa vienen a descargar de madrugada pensé que no era nada importante». Pero unas dos horas más tarde, a las vecinas del segundo piso les despertó el humo. Rápidamente llegaron los bomberos y sofocaron el fuego.
Interior
A la vista quedó que la persona o personas que cometieron el ataque rompieron uno de los cristales más estrechos de la puerta de acceso al edificio. Una vez en el primer piso, rociaron el felpudo de la puerta blindada de las oficinas del PP con un líquido inflamable que también introdujeron por debajo, de manera que penetró en la sede. El fuego quemó los enchufes que hay en la entrada y generó tanto humo que prácticamente toda la sede quedó afectada.
El Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de la investigación y por el momento no se han anunciado detenciones.