El Club Marítimo del Molinar quiere hacer una ampliación del puerto que supondrá una inversión de 14 millones de euros más IVA. El presidente del Club Marítimo del Molinar, Rafael Vallespir, justificó la ampliación por motivos de seguridad y para poder mantener la concesión, que termina en 2018. «Tenemos un club inseguro, con una bocana muy estrecha, situada sobre la rompiente, y con un calado de un metro o metro y medio que la hace inviable y dificultosa para las embarcaciones a vela. Además, el dique de poniente está muy deteriorado», explicó Vallespir. También añadió que tienen constantes dragados.
El presidente hizo especial hincapié en que se trata de un club deportivo -el más antiguo de Balears- sin ánimo de lucro, cuya voluntad es continuar con la tradición marinera del barrio y enseñar a los niños a navegar.
Rechazo
Por su parte, el GOB expresó su rechazo a la ampliación porque supone aumentar un 734 % la ocupación total, terrestre y sobre el agua (pasará de 9.921 metros cuadrados a 73.343 metros cuadrados); así como ampliar los amarres de 120 a 315. Para el GOB no es necesario aumentar un 320 % el número de amarres, ya que en la costa palmesana (desde Cala Major a Can Pastilla) ya hay 7 clubs náuticos con 2.699 amarres. Vallespir lo justificó para poder financiar «la necesaria renovación de sus instalaciones mediante la venta de los nuevos amarres».
Impacto
En el informe que han enviado al Ministerio de Medio Ambiente, los ecologistas aseguran que «desfigurará la barriada del Molinar y generará unos impactos inasumibles para esta histórica barriada de Palma y su litoral».
La portavoz del GOB, Margalida Ramis, precisó que asociaciones como Arca y Oceana también rechazan esta ampliación por el «grave impacto sobre los valores histórico, sentimental, emblemático y turístico que tiene el Club Marítimo del Molinar». Sin embargo, el presidente del Club Marítimo del Molinar aseguró que tienen el apoyo de todas las asociaciones de la zona, excepto una; subrayó que «el 90 % de los socios son de la barriada».
Los ecologistas también advierten que el proyecto supondría una saturación de vehículos, más contaminación acústica, degradación de las aguas de baño y alteraciones incontroladas de la dinámica de la costa. Por todo ello, piden que no se realice la ampliación.