Habrá que esperar a ver si José Ramón Bauzá dimite en caso de resultar finalmente imputado en la querella presentada por UGT por una supuesta prevaricación y malversación de fondos públicos. El vicepresident del Govern, Antonio Gómez, también querellado en la misma causa, no aclaró si Bauzá se aplicará a sí mismo el código ético del PP, que obliga a cualquier imputado a poner su cargo a disposición del partido.
Tanto José Ramón Bauzá como el propio Antonio Gómez se enfrentan a una posible imputación. UGT considera que malversaron y prevaricaron al permitir que el president utilizara los servicios de la Abogacía de la Comunitat para querellarse a su vez contra el exlíder de UGT, Lorenzo Bravo, que previamente le había llamado «fascista».
Dudas
El vicepresident respondía a una pregunta formulada por la diputada socialista Pilar Costa, pero Gómez no sólo no quiso hacer «futuribles», como dijo, sino que miró hacia atrás, a la anterior legislatura, para cargar contra la gestión del Pacte. «No se ocupe tanto de lo que pueda suceder; ocúpese de lo que ocurre y la lucha titánica de esta sociedad por salir de la situación en la que la dejaron», dijo Gómez.
El vicepresident acusó a la oposición de judicializar la vida política y de manipular y crispar el Parlament, pero Costa recordó que fue el propio Bauzá quien llevó el asunto a los tribunales al querellarse contra Lorenzo Bravo por haberle llamado fascista. Costa expresó sus dudas de que el president se aplique el código ético del que tanto presumió antes de ser president.