En poco más de una semana, los familiares y amigos de Maria Antònia Munar, expresidenta del Parlament de les Illes Balears y del Consell de Mallorca, han conseguido recabar el apoyo de unas 2.000 personas y para manifestar su oposición a lo que consideran una injusticia: la orden de prisión provisional sin fianza para quien fuera la presidenta de UM desde 1991 hasta 2007.
Según han confirmado fuentes de la familia de Munar, su marido, Miquel Munar, ha dado traslado de las firmas a un buen número de administraciones e instituciones del Estado, como el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner; el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce; la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; y a los presidentes del Congreso y del Senado e incluso a la Casa Real.
Autoridades
Las instituciones y autoridades autonómicas a quienes también se ha hecho llegar las firmas recabadas son el president del Govern, José Ramón Bauza; la presidenta del Consell, Maria Salom; la presidenta del Parlament, Margalida Durán; la delegada del Gobierno en Balears, Teresa Palmer; el presidente del TSJB, Antonio Terrasa; el presidente de la Audiencia, Carlos Gómez; y el fiscal superior de Baleares, Bartomeu Oliver. En la carta enviada por Miquel Munar, califica la situación de «gran impotencia y frustración desde que el día 24 de julio de este año la Sección 2ª de la Audiencia de Palma decretó la prisión provisional sin fianza de mi esposa, a pesar de que las dos sentencias por las que ha sido condenada no son firmes y están recurridas ante el Tribunal Supremo».
Arraigo familiar
Esta situación, expone el marido de Munar, ha llevado a recoger firmas «para hacer ver que no existe el más mínimo riesgo de fuga en este caso». En la misiva relata que su esposa tiene los bienes embargados y el pasaporte retirado, además de una fianza de 350.000 euros. Describe el arraigo familiar de Munar y destaca que todas estas circunstancias personales «hacen del todo inexistente cualquier posibilidad de evadir la acción de la Justicia».