El historiador y secretario de Memòria Mallorca, Tomeu Garí Salleras (Porreres, 1965), presenta esta noche, en la librería Literanta de Palma (Fortuny, 4) la obra póstuma del periodista ibicenco Xicu Lluy Torres, fallecido en 2012, ‘Els nostres deportats. Republicans als camps nazis' (Editorial Documenta Balear). Se trata de una profunda, cuidada y completa investigación sobre los mallorquines, menorquines, ibicencos y formenterenses que fueron a para a los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial; «al mismo tiempo que un homenaje a la memoria de todos aquellos isleños que sufrieron uno de los peores episodios de la historia de la humanidad», señala Garí.
Según el historiador porrerenc, el libro de Lluy sigue la pista de los 71 ciudadanos de las Islas (25 de Mallorca, 23 de Menorca, 17 de Eivissa y seis de Formentera) que, tras la caída de Barcelona, en las postrimerías de la Guerra Civil, se exiliaron a Francia, de donde, durante la ocupación alemana del país galo entre mayo de 1940 y agosto de 1944 y tras enrolarse, algunos de ellos, en la Legión Extranjera o formar parte de la resistencia, fueron deportados a los campos de concentración de Mauthausen–Gusen (Austria) y Buchenwald (Alemania), donde una treintena encontraron la muerte. El resto, una vez derrotados los ejércitos de Hitler y con España sometida al yugo del franquismo, optaron por quedarse en Francia o continuar su exilio en los Estados Unidos y México.
Cuenta Tomeu Garí que la obra de Lluy tiene su génesis en una serie de investigaciones desarrolladas en los años 90 que tuvieron por protagonistas a los ibicencos y formenterenses recluidos en los campos de concentración nazis. Un serie de pesquisas que, posteriormente, con la colaboración Joan Francesc López Casasnoves y Miquel Àngel Limón, extendió hacia la isla de Menorca y que, a partir del año 2005, extendió al resto del archipiélago. De esas investigaciones surge la obra que hoy presenta Tomeu Garí y cuya conclusión casi coincidió con la prematura muerte de su autor.
De hecho, según relata Garí, la compañera de Xicu Lluy, Elena González, tuvo que hacerse cargo de los últimos retoques del libro.