La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha realizado una previsión de aperturas y cierres para la temporada baja, con una muestra de 202.213 plazas, en el que se pone de relieve que el final de la temporada turística se prolongará hasta la primera semana de noviembre, pero también se concluye que los meses de diciembre, enero, febrero y marzo serán los que registren los peores registros de cierre de hoteles de toda su historia (ver gráfico adjunto).
Así, mientras en diciembre se produce el menor número de plazas abiertas, con un cierre de 84,5 %, en los meses de enero, febrero y marzo, los cierres alcanzan 82,65 %, 70,41 %, 58,77 %, «mayores porcentajes a los registrados en la temporada anterior», según refleja el citado estudio.
Tendencia
La gerente de la FEHM, Inmaculada de Benito, puntualiza que «las antesalas de la temporada alta, abril y octubre, mejoran respecto al año anterior. Sin embargo, sigue produciéndose en un cierre muy acentuado de la planta hotelera durante los meses de diciembre y enero».
De Benito añade que hay elementos para la captación de la oferta para los meses invernales, pero se tiene que potenciar la conectividad aérea y los incentivos fiscales.
«Hay que hacer un esfuerzo por hacer atractivo Balears para las compañías áreas y apoyar a las compañías que mantienen Mallorca conectada durante la temporada baja, ya que ello hará que seamos un destino accesible a la posible demanda. Y en cuanto a los incentivos fiscales del Estado, se deben de centrar en la bonificación de la Seguridad Social a los fijos discontinuos, para así recortar los costes en los hoteles abiertos en invierno», explica Benito.
El alargamiento de la temporada hasta noviembre se debe a la evolución positiva del turismo británico, alemán y nórdico hacia la Isla.