El Govern justificó ayer el desaire al Consell Consultiu en que prefiere llegar a un acuerdo con el Gobierno sobre la ley de Costas antes que presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional, que era la propuesta del Consultiu. «Hemos decidido frenar el recurso y apostar por la vía del consenso», aseguró ayer la portavoz del Govern, que atribuyó a una «falta de entendimiento» la polémica con el órgano asesor del Ejecutivo.
En cualquier caso, expresó en todo momento «el respeto, la consideración y la admiración personal del Govern» hacia la figura de Rafael Perera, presidente del Consell Consultiu. Perera había enviado una dura carta al president del Govern en la que se quejaba de la falta de respeto del Ejecutivo hacia el órgano asesor por encargar un informe y a los pocos días desistir de la petición.
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Riera afirmó que el Govern no se ha planteado la posibilidad de sustituir a Perera en el Consell Consultiu tras esta polémica e insistió en que se trata de un organismo de gran interés para el Ejecutivo. Riera quiso dejar claro, en cualquier caso, que los dictámenes son preceptivos, pero no vinculantes.
La oposición aprovechó ayer la polémica para denunciar las intromisiones del Govern en este órgano asesor. El PSIB calificó de «impresentable» el menosprecio de Bauzá al Consultiu y Més consideró una falta de respeto la actuación del Govern y acusó al Ejecutivo de someter al órgano asesor a un presión insoportable.