En el transcurso de las próximas semanas el Fortuna saldrá de manera definitiva de la rada de la base naval de Portopí para trasladarse a Port Adriano, en la costa de Calvià, donde quedará expuesto para las visitas de sus eventuales compradores.
Fundatur ha llegado a un acuerdo con Port Adriano para resolver uno de los principales problemas que suponía la reversión de la embarcación, cuya negociación con Patrimonio Nacional está previsto que quede cerrada de manera inminente, como era el disponer de un atraque para un yate de 41 metros de eslora.
En Port Adriano, uno de los puertos deportivos más exclusivos del Mediterráneo, el Fortuna quedará a la espera de su nuevo propietario, toda vez que Fundatur ha acordado su inmediata puesta a la venta una vez que el Rey ha renunciado a su uso.
El precio
Hace 13 años, en 2000, Fundatur –mediante las aportaciones de grandes empresarios de las Islas– y el Govern financiaron con 18 millones de euros la construcción del Fortuna en los astilleros Bazán de Cádiz para su cesión a don Juan Carlos para su disfrute personal y de los integrantes de la Familia Real. La operación se canalizó por medio de Patrimonio Nacional, organismo que todavía figura como titular del yate.
Fundatur ha reclamado la reversión del Fortuna, una vez que el Rey renunció a su uso, y ha acordado su inmediata puesta a la venta, entre otras razones debido al enorme coste que supone su mantenimiento y el deterioro que podría suponer un largo período de inactividad.
Aunque no se ha facilitado cifras oficiales, distintas fuentes calculan en torno a los 15 millones de euros el precio inicial de venta que tendrá el yate, uno de los más veloces del mundo.