El Parlament echó ayer el cierre por vacaciones en un pleno atípico, con Luis Bárcenas como protagonista indirecto, en el que Més se plantó y abandonó el hemiciclo para denunciar lo lejos que está el Parlament del debate ciudadano y en el que la presidenta del Parlament, Margalida Durán, tuvo que retrasar unos instantes una votación. La mayor parte de los diputados del PP estaban en esos momentos en los pasillos y hubo que esperar a que accedieran para que pudieran convalidar un decreto ley del Govern.
De hecho, durante buena parte de este pleno, convocado de manera urgente y extraordinaria, el Govern sólo estuvo representado por los consellers Gabriel Company y Sandra Fernández; el resto, se encontraba fuera del salón de sesiones.
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Ninguno de los asuntos que se debatía ayer guardaba relación con la actualidad política, pero el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, y sus revelaciones, se convirtuieron en protagonistas indirectos de la sesión plenaria. La imposibilidad de debatir estos temas de actualidad provocó una airada reacción del portavoz de Més, Biel Barceló, que anunció que su grupo abandonaba el hemiciclo en protesta por este alejamiento de lo que realmente preocupa a los ciudadanos. «Mientras aquí hablamos sobre alcantarillas, a los ciudadanos lo que les preocupa son otro tipo de cloacas», dijo en referencia al 'caso Bárcenas'.
«La democracia está para debatir y no puede ser que, cuando alguien pierde las elecciones, se dedique a intentar un Gobierno legítimo por otras vías», contestó la diputada del PP, Virtudes Marí, desde la tribuna.
Antes del abandono del pleno por parte de los representantes de Més, el socialista Cosme Bonet también se refirió al «terremoto» provocado por Bárcenas, y lamentó que todo ello provoque un gran descrédito de la vida política. También el diputado de Més Antoni Alorda hizo una breve referencia al extesorero del PP y a sus denuncias contra la cúpula nacional del partido.