El exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, se negó ayer a responder a ninguna pregunta sobre el último delito fiscal que se le imputa a raíz de los informes de la Agencia Tributaria.
El ‘número dos' del Instituto Nóos estaba citado a las diez de la mañana por el juez Castro. Hacienda señala que pagó sólo 49.832 euros de IRPF en 2007, cuando deberían haber sido 772.005, porque no declaró todos los ingresos obtenidos. A la vez abonó otros 279.205 euros en impuestos satisfechos mediante otras sociedades, por lo que debería ingresar 442.968 euros. Éste delito fiscal se suma a otros dos ya imputados a Torres a los que se unen todos los cargos que tiene por delitos contra la administración pública.
Torres apenas estuvo un cuarto de hora ante el juez Castro y el fiscal Horrach. Sin embargo, luego pasó aproximadamente una hora esperando un taxi para salir con su abogado Manuel González Peeters.
A la salida del juzgado, el letrado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives aseguró que «estudia» la posibilidad de que su defendido comparezca otra vez ante el juez. En este caso se trataría de una petición de la propia parte para aclarar los últimos extremos de los que ha hablado la Agencia Tributaria sobre la participación del duque de Palma en la trama. Con todo, una vez cubierto el trámite legal de ayer de informar a Torres de un nuevo delito del que será acusado, la instrucción está en sus últimos coletazos.