El titular de la Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient i Territori, Biel Company, confirmó ayer que «si antes de que acabe este mes de abril no aparece nadie dispuesto a hacerse cargo de la gestión del centro de interpretación de Cabrera lo cerraremos», una decisión con la que se pretende acabar con la sangría económica que significa el mantenimiento de las instalaciones ubicadas en la Colònia de Sant Jordi, en el término municipal de ses Salines, que fue inaugurado en julio de 2008 por la entonces titular del Ministerio de Medio Ambiente, Elena Espinosa, y que desde julio de 2009 fue transferido al Govern. El centro de interpretación de Cabrera, junto con el trasvase de sa Costera, es una de las obras emblemáticas en Balears del paso de Jaume Matas por el Ministerio de Medio Ambiente, del que fue responsable entre 2000 y 2003.
En opinión del conseller Company «la zona se tiene que involucrar en el mantenimiento del centro», razón por la que su departamento ha invitado al Ajuntament de ses Salines, hoteleros de la zona y empresas privadas que explotan centro de características similares en Mallorca a que asuman la explotación de aquellas instalaciones.
Visita empresarial
De hecho, durante la mañana de ayer una delegación empresarial visitó el complejo, un último intento para lograr que vuelvan a abrirse las puertas al público, cerradas desde diciembre del pasado año.
«Nosotros no hemos tirado la toalla», aseguró ayer el conseller Company, aunque admitió en el último consejo de administración de la empresa pública que lo gestiona, Espai de Natura Balear, se acordó el plazo de final de este mismo mes de abril para proceder al cierre de unas instalaciones que en la actualidad generan unos costes, sólo de mantenimiento, de 700.000 euros anuales ya que por medio de la empresa pública Tragsa se mantienen operativos los 17 acuarios, que albergan alrededor de 4.000 ejemplares de peces e invertebrados marinos.
Durante el pasado año -en la entrada pasó a ser de pago- visitaron el centro un total de 43.907 personas.