Familiares y amigos de Vilafranca, con el exalcalde Jaume Sansó a la cabeza, junto a representantes de Son Servera y Búger, así como de la asociación por la recuperación y la dignidad de los represaliados por los franquistas, Memòria de Mallorca, organizaron ayer un homenaje a Miquel Capó y Sebastià Sancho, dos funcionarios del Ayuntamiento de Vilafranca fusilados hace 75 años.
El homenaje tuvo lugar en el Mur de la Memòria en el cementerio de Palma, donde Capó y Sancho fueron ejecutados.
En nombre de Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver hizo entrega a las familias de un CD con las causas del proceso franquista que acabó con la vidas de estos vilafranquers. Poco después, acompañaron a los familiares a los «hoyos» o fosas comunes donde es muy probable que estén enterrados sus cuerpos.
Son Servera
La mañana del 27 de enero de 1938, el secretario de Vilafranca y Búger, Miquel Capó, y el médico titular del citado municipio, Sebastià Sancho, nacido en Son Servera, fueron fusilados en el muro del cementerio, tres meses después de permanecer detenidos en Can Mir «esperando un milagro que nunca llegaría», relató Manel Suárez de Memòria Històrica.
El 26 de enero, el comandante militar ordenó la ejecución de quienes «no fueron héroes; fueron dos hombres libres, víctimas de una trama de celos y envidias», concluyó Suárez.