Treinta trabajadores argelinos de la planta de tratamiento de gas argelina ocupada por un grupo terrorista consiguieron escapar hoy de sus captores, informaron fuentes oficiales citadas por la agencia estatal.
Un número indeterminado de ciudadanos argelinos, junto a más de 40 extranjeros, fueron retenidos ayer en estas instalaciones gasísticas en la región de Tinguenturin, a 40 kilómetros de la ciudad de In Amenas, en la frontera con Libia.
La huida de los trabajadores argelinos se conoce poco después de que uno de los secuestradores, identificado como Abu al Bara, pidiera la retirada del Ejército argelino de los alrededores de la planta como condición para comenzar las negociaciones sobre los rehenes.
En una conversación con el canal catarí Al Yazira, Abu al Bara indicó que tienen a 41 personas de distintas nacionalidades en su poder, sin contar a los argelinos, y que su acción es «un mensaje político para Argelia sobre su postura hacia los muyahidines (guerreros santos)».
La información sobre el número total de rehenes y sobre sus nacionalidades continúa siendo confusa.
Según fuentes oficiales argelinas, que no han dado datos sobre el número de ciudadanos argelinos retenidos, hay más de una veintena de extranjeros en las instalaciones. Una cifra que el grupo terrorista eleva a 41.
Por su parte, la empresa de hostelería CIS Catering informó desde Francia al Journal du Dimanche de que 150 «empleados argelinos» de su filial Cieptal estaban «retenidos» dentro del complejo.
Sobre las nacionalidades, Abu al Bara indicó a Al Yazira que entre los rehenes hay trabajadores franceses, estadounidenses, británicos, japoneses, surcoreanos, noruegos, colombianos, tailandeses, holandeses y rumanos, mientras que, según fuentes de varios países, también hay al menos un austríaco y un irlandés.
Un grupo radical cercano a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y dirigido por el argelino Mojtar Belmojtar ha asumido la autoría del secuestro en la instalación gasística, operada por la argelina Sonatrach, la británica BP y las noruega Statoil.
Según Belmojtar, el ataque terrorista es en respuesta al apoyo argelino a la intervención militar francesa en Mali contra los grupos armados salafíes que controlan el país desde el pasado junio.