La empresa concesionaria de la gestión de residuos en Mallorca, Tirme, ha anunciado que ha llegado el primer transporte de Combustible Sólido Recuperado (CSR) procedente de una instalación de Sabadell, para su aprovechamiento e incineración y valorización energética en Son Reus.
Técnicos de Tirme realizaron ayer labores de control en origen del CRS de la planta de Sabadell y dado que los resultados fueron satisfactorios, el primer transporte de CSR ha llegado a Mallorca hoy y la descarga se ha producido en Son Reus entre las 8 y las 9.00 horas, ha informado la empresa en un comunicado.
La logística para la carga, descarga y transporte del CSR es idéntica a la que está llevando a cabo otra instalación industrial ubicada en Mallorca que importa el mismo material, la cementera Cemex de Lloseta.
El transporte del CSR no se realiza en balas, sino que se carga en la planta de origen en camiones de suelo móvil mediante prensa horizontal. Los camiones llegan a Mallorca en ferry regular para, posteriormente, trasladarse a la planta incineradora.
La previsión inicial es que esta operación se realice en remesas de un máximo de 140 toneladas, transportadas en cuatro o seis camiones, en fechas a determinar y siempre fuera del período estival.
Durante las próximas semanas se llevará a cabo un periodo de pruebas para un volumen de 1.000 toneladas de CSR, para verificar que se cumple lo previsto en los controles de calidad realizados por los técnicos de Tirme.
Si se confirman los resultados, el acuerdo con la planta de Sabadell supone el transporte de hasta 40.000 toneladas de combustible sólido recuperado certificado según la norma CEN TC 343 y que se realiza bajo el amparo de la normativa europea, estatal y autonómica.
Tirme prevé una producción de energía eléctrica de 34,35 GWh, equivalente al consumo de 6.870 hogares, lo que supone un incremento del 7,45 % de las energías renovables generadas en Baleares.
El ahorro de combustible primario para generar dicha energía se estima en 12.000 toneladas equivalentes de petróleo que tendrían un coste de unos 5 millones de euros para el sistema energético.
Además se evitará la emisión de 44.300 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y la reducción de más del 70 % de las emisiones de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas para esa misma producción eléctrica.
El beneficio económico que genere la operación, estimado en 1,7 millones de euros, se repercutirá de manera íntegra en la tarifa de tratamiento de residuos que abonan todos los mallorquines, ha recordado la concesionaria.