Envac Iberia, la empresa integrada en la UTE instaladora de la recogida neumática, responsabiliza a Emaya de la rotura del sistema que quedó fuera de servicio el pasado mes de mayo. Envac argumenta que la auditoría que han realizado «apunta a la existencia de problemas graves de operación durante los ocho años que Emaya ha estado gestionando en solitario el sistema, que habrían dado lugar a la acumulación de residuos orgánicos en algunos puntos del interior de las tuberías que han terminado por generar un proceso de corrosión». La instaladora ha solicitado un nuevo informe técnico a empresas independientes para verificar los resultados de su auditoría.
Emaya lo niega
Sin embargo, Emaya niega cualquier responsabilidad en los «problemas graves de operación» y argumenta que en 2004 decidió asumir el mantenimiento de esta infraestructura «por los reiterados paros -más de 160- en un servicio que había entrado en funcionamiento 2 años antes». No obstante, asegura que la operación del sistema se realizó «siempre bajo las directrices que marcó y continúa marcando Envac Iberia».
Respecto a la instalación de la recogida neumática, Emaya puntualiza que los técnicos municipales llevaron la dirección de ejecución y control de certificaciones de las obras, pero «la selección de los materiales y tuberías utilizados -y que resultan afectados por el deterioro- fueron proyectados, seleccionados e instalados por la UTE, participada por Envac Iberia». En este sentido, la empresa municipal destaca que tiene dos informes periciales realizados por el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas y por la Universidad Politécnica de Cataluña que indican que el fallo del sistema se debe a los materiales utilizados y a la falta de protección contra la corrosión. «Estos resultados ponen de manifiesto que el problema afecta al conjunto de la instalación y no, tal y como defiende Envac Iberia, a los metros finales de la misma donde sí se aprecia un deterioro absoluto», señalan desde la empresa municipal.
Emaya continúa redactando la demanda para reclamar a Envac más de 10 millones de euros, ya que el sistema de recogida neumática tenía una vida útil de 30 años y sólo ha durado 10. No obstante, no se descarta buscar una solución con Envac y se reunirán con ellos.