El equipo de gobierno de Cort ya asume oficialmente que los 26 millones de euros de dinero público español y de la UE que costó el sistema de recogida neumática de basura en el centro histórico de Ciutat son historia merced a una obra fallida, y que Emaya seguirá recogiendo los residuos de esa zona con sus medios de superficie «a un coste en todo caso inferior al del servicio y mantenimiento actuales». Los grupos de la oposición por su parte reclaman la implantación del modelo «puerta a puerta» para paliar el problema en lo estético y en un sistema de recogida que permita «mayor posibilidad selectiva».
Andreu Garau, concejal de Medi Ambient y presidente de la empresa pública Emaya, expresó ayer el pesar del equipo de gobierno al adoptar esta decisión «porque significa tener que renunciar por la vía de los hechos a a un valor intangible pero que hubiera sido excelente durante décadas en el caso de una ciudad turística como Palma».
Errores y ahorro
Según Garau, la imposibilidad de asumir el coste de un arreglo integral de los 12 kilómetros de la red neumática de recogida, estimados en no menos de 12 millones de euros y sin la garantía absoluta de viabilidad «dados los errores evidentes del proyecto y ejecución según los análisis periciales en nuestro poder», llevan al equipo de gobierno a certificar que la basura del centro histórico será recogida en superficie «con los medios más adecuados», y que la diferencia entre lo que cuesta ahora esa labor y los gastos de conservación, energía y personal de la que ha quedado en ruina suponen un ahorro de más de 800.000 euros anuales».
Por su parte los grupos de la oposición en Cort, PSOE y PSM-IV-ExM, coincidieron ayer al reclamar la implantación de un servicio «puerta a puerta» en el centro histórico de Palma, al considerar que «sería positivo tanto a nivel económico como medioambiental, ya que aumentaría las posibilidades de recicjaje y el coste de mantenimiento sería significativamente menor».
Para el regior socialista José Hila, «lo curioso es que el PP se muestra incapaz de plantear soluciones ciuudadanas para este desastre más allá de la vuelta al contenedor tradicional».