La crisis pasa factura en términos demográficos y ha provocado que un total de 27 municipios de Balears hayan perdido población, algo insólito en una comunidad acostumbrada a la llegada masiva de inmigrantes en el último decenio. Según los últimos datos oficiales del padrón, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero de 2012 vivían en las Islas 1.119.439 habitantes, tan sólo un 0,57 por ciento más que un año antes debido a ese descenso en un tercio de los municipios de las Islas.
El aumento global de habitantes fue de tan sólo 6.325 personas, un incremento achacable prácticamente en exclusiva al propio crecimiento vegetativo de la población, es decir a la diferencia entre nacimientos y defunciones a lo largo del año. En 2011 nacieron 11.358 personas y murieron 7.812, lo que deja un saldo vegetativo de 3.546 personas. Es decir, sólo llegaron 2.779 nuevos residentes.
Palma sigue creciendo, ya llega a los 407.648 habitantes, y compensa el descenso de otros municipios. La caída demográfica en el caso de Calvià es la más significativo ya que en sólo un año ha perdido 1.337 habitantes, un 2,55 por ciento del total. También es relevante el caso de Capdepera, donde el descenso ha sido de 427 habitantes o, lo que es lo mismo, un 3,69 por ciento del censo total.
Costa y Tramuntana
El descenso de población no responde a una pauta concreta ya que pierden habitantes tanto municipios turísticos como del interior. A Calvià y Capdepera se suma Manacor, Muro o Son Servera, por lo que se refiere a la costa, pero también Campanet, Búger o Lloseta, en el interior. Donde sí parece haber coincidencia es que hay una caída de población es en los municipios más pequeños como Ariany, Banyalbufar, Deià, Escorca, Estellencs o Fornalutx.
Los datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística evidencian un cambio de tendencia tan importante que no puede descartarse que Balears haya entrado en la fase de pérdida demográfica durante el año que acabamos de dejar.
Pese a ello, las Islas siguen siendo la autonomía donde se dio un mayor aumento porcentual de la población, si se exceptúan Ceuta y Melilla. Por detrás de Balears se encuentra Cataluña, con un incremento interanual del 0,42 por ciento, a la que siguen País Vasco y Navarra, con un 0,39 por ciento de nuevos habitantes.
Las cifras del INE señalan que el año pasado vivían en España 47.265.351 habitantes, un 0,16 por ciento más que un año antes. Cinco comunidades autónomas perdieron población. Fueron Asturias, Canarias, Castilla-León, Extremadura y Galicia.