Miquel Nadal se queda solo. Como se intuía al inicio del juicio de la pieza del ‘caso Voltor', el exconseller de Turisme es el único de los acusados que sostiene su inocencia en el pago de 13.000 euros al exconcejal de UM en Sóller, Tomás Plomer. El resto de acusados aceptaron ayer los hechos y la petición de penas contra ellos formulada por el fiscal Miguel Ángel Subirán.
En su escrito de conclusiones definitivas, el ministerio público ha recogido importantes rebajas para el exgerente de Inestur Antoni Oliver, el exdirector general Joan Sastre y la directora general Luisa Tortella. Todos ellos aceptan penas de año y medio en el caso del primero, ocho meses en el del segundo y también año y medio para la tercera.
El beneficiado por los fondos, Tomás Plomer, asume un año de cárcel después de devolver los 13.000 euros cuando fue detenido, lo mismo que le pedía el fiscal al inicio del juicio.
«Medrar»
Subirán cargó en su informe contra el comportamiento de Nadal: «Quería medrar dentro del partido y para eso necesitaba tener fieles y un vínculo de deuda. Eso se llama compra de voluntades». En esa línea afirmó que él era el único beneficiado por los pagos a Plomer por un trabajo que nunca se realizó. También aludió al contexto político en el que se produjeron los hechos: «Inestur era un feudo de UM y por el pésimo funcionamiento del pacto de gobierno, ningún partido lo auditó», explicó.
Por su parte, el letrado de la defensa, José Zaforteza, planteó una tesis alternativa a la del fiscal. Apoyándose en los pinchazos telefónicos planteó la posibilidad de que fuera el entonces director general, Santiago Balaguer quien hubiera dado la orden de los pagos a Plomer: «¿Es descabellado pensar que era quién tenía verdadero interés?» Se basa en que dentro de las distintas familias de UM, Plomer en realidad se enmarcaba en otra rival de Nadal. De esta manera plantea que existe una duda razonable de que el exconseller ordenara el pago pese a la reunión en la que habló de dinero con Plomer.