Los partidos con representación parlamentaria en Balears han acogido con frialdad la propuesta de que los diputados no cobren un sueldo por su trabajo, como ha anunciado que hará María Dolores de Cospedal en la comunidad de Castilla-La Mancha.
El PP de las Islas no ha seguido de momento la propuesta de Cospedal, que además es secretaria general de la formación, y tanto el portavoz del Govern, Rafael Bosch, como la portavoz de los populares en el Parlament, Mabel Cabrer, han asegurado que este asunto no está sobre la mesa.
Por lo que respecta a la oposición, el diputado del PSIB-PSOE Antonio Diéguez ni siquiera entró a valorar la propuesta al considerar que se trata de una «cortina de humo» lanzada para «distraer la atención sobre los verdaderos problemas de los ciudadanos».
En contra
El portavoz del PSM-IV-ExM en el Parlament, Biel Barceló, sí se mostró abiertamente en contra de eliminar las retribuciones. Acusó al PP de plantear propuestas pensadas para dejar un «parlamento mínimo» que no moleste al Govern.
Aseguró que esta propuesta hará que sólo se puedan dedicar a la política los profesionales liberales y los funcionarios y apostó por la necesidad de que haya un mínimo de diputados que cobren el sueldo y el resto se acoja al pago por dietas. «Debe haber un mínimo de diputados por grupo para que la oposición pueda hacer su trabajo en condiciones», señaló Barceló.
En estos momentos, en el Parlament balear coexisten los dos sistemas. Los miembros de la Mesa, los portavoces de los grupos parlamentarios, los presidentes de comisión y los portavoces de comisiones cobran el sueldo, mientras que el resto de diputados cobran una dieta variable que oscila entre los 400 y los 2.300 euros en función de las actividades legislativas que haya ese mes. Durante el mes de agosto, inhábil a efectos parlamentarios, los diputados que se acogen al sistema de dietas no la cobran.