La política social se resiente con los recortes. El PP mantiene que es una prioridad pero los partidos de la oposición, el PSIB y PSM-Iniciativaverds, lanzan la voz de alarma. Ayer, el portavoz socialista en el Consell de Mallorca, Jaume Garau, afirmó que la institución insular «fracasa en la defensa de los servicios sociales».
Garau se sumó a la preocupación lanzada el día anterior por la diputada del PSM-IV Fina Santiago ante los efectos que causan los recortes para abonar la renta mínima de inserción, que perciben quienes no tienen otros ingresos. Pero también difundió datos oficiales, conocidos en el Consell de Mallorca, que muestran que mientras cae el presupuesto, se disparan las peticiones de ayuda a la dependencia, es decir para el cuidado de personas que no pueden valerse por sí mismas.
Lista de espera
La Ley de Dependencia se financia con fondos estatales que se pasan al Govern y, de éste, a los consells o a los ayuntamientos. Garau reclamó al Consell de Mallorca que habilite 130 camas residenciales que se encuentran vacías en la Llar d'Ancians y la residencia Bonanova, para que sean ocupadas por personas dependientes, teniendo en cuenta que actualmente se necesitan crear, según este partido, unas mil plazas residenciales más en la isla.
Según datos del Observatorio de la Dependencia recogidos por el PSIB, 9.957 personas dependientes reciben algún tipo de prestación, mientras el año anterior esta cifra se situaba en 10.042. Hay menos ayudas pero más solicitudes. Cerca de 25.000 solicitantes esperan ayudas. De las que ahora reciben prestaciones, 1.990 tienen plaza residencial, pero unas 6.000, según Garau, deberían estar en una residencia.
«El PP utiliza la excusa de la crisis para decir que no tiene dinero y recortar en servicios sociales, cuando cerraron el ejercicio de 2011, tenían el superávit que nosotros les dejamos», dijo el portavoz socialista.