El PSIB presentó ayer la gestión de Maria Salom (PP) en el Consell como «un año perdido» para Mallorca». Según el portavoz socialista en esa institución, Jaume Garau, Maria Salom «ha entregado el Consell de Mallorca a Bauzá» y «ha claudicado» de sus funciones.
El Partido Popular negó esta interpretación, justificó las medidas que ha tenido que tomar en estos meses y se quejó de la 'herencia' recibida. Según el 'popular' Antoni Mulet «íbamos hacia el precipicio».
Mulet, que es alcalde de Maria de la Salut, se estrenó como portavoz 'popular' durante el pleno extraordinario que se celebró a instancias de los socialistas para debatir el primer año del PP en la institución.
La presidenta del Consell no intervino, lo hizo hace una semanas en el debate de política general, y fue la consellera d'Hisenda, Margalida Roig, la encargada de fijar la posición del ejecutivo. Roig, aunque sin emplear la palabra «herencia recibida», sí comentó que el anterior gobierno «había gastado más de lo que tenía».
Política territorial
Roig dejó claro que no habrá ampliación de competencias en este mandato. Admitió que aún no han conseguido que el Govern balear, que es quien aporta la mayor financiación al ente insular, pague la deuda que arrastra desde que lo presidía el socialista Antich pero afirmó que «cada semana lo reclamamos».
Lo que el PSIB pretendía es que el Consell de Mallorca aprobase un plan de inversiones vinculado al cobro de la deuda del Govern.
Jaume Garau también criticó que durante esto año, el Consell hubiera dejado en manos del Govern balear, la dirección de la política territorial en las Islas y criticó que no fuera beligerante.