La exconsellera insular de Cultura Dolça Mulet negó ayer ante el juez del 'caso Bomsai', Juan Catany, haber dado un trato de favor con las subvenciones nominativas «a gente de UM», subrayó, entre las cuales se encuentra la otorgada a la sociedad Puerto de Pollensa Leisure S.L.
Mulet declaró en calidad de imputada en esta causa que tomó la decisión de conceder una subvención nominativa y no general a esa sociedad para un proyecto cultural porque «era único y especial», indicó.
Dijo que uno de los responsables de esa empresa Jaime Fluxá Morro le solicitó «formalmente» la subvención y como no vio en ese expediente ninguna irregularidad, la concedió.
El fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán le preguntó por qué había decidido otorgar esa subvención nominativa a una sociedad que nunca ha cumplido sus obligaciones tributarias y que, por lo tanto, jamás ha pagado el impuesto de sociedades, que no tiene empleados ni una sede, Mulet respondió: «El proyecto era bueno cultural y turísticamente y además tenía repercusión internacional».
Ayer, asimismo, declaró como imputado el funcionario Juan Manuel Conde, quien también defendió la legalidad de la subvención otorgada, cuyos aspectos jurídicos avaló siguiendo la normas vigentes de esos años, (2004 y 2005), «Ahora la normativa ha cambiado», señaló.