Los sindicatos UGT y CCOO se han concentrado hoy frente a la delegación del Gobierno en Palma contra la aprobación de la ley de Reforma Laboral porque, según las dos organizaciones, se «rompe una larga trayectoria de diálogo social en España».
Los dos sindicatos han criticado en el comunicado conjunto que han leído que esta nueva ley «facilita y abarata» el despido y que «da más poder al empresario, no reduce las modalidades de contratación, introduce diferencias en las posibilidades de ocupación, rompe el equilibrio de la negociación colectiva e impulsa el despido en la administración».
El secretario general de UGT, Lorenzo Bravo, ha tildado la futura ley como «decretazo de destrucción masiva» y ha manifestado que el Gobierno no puede «ignorar a los trabajadores, la sociedad y los sindicatos», por lo que ha pedido un «gran pacto por la ocupación y por el empleo».
La secretaria general de CCOO, Katiana Vicens, ha criticado que la reforma emprendida por el ejecutivo central no ha mejorado la creación de empleo y sí ha disparado las cifras negativas, por lo que ha pedido «la unidad de la ciudadanía ante estos ataques».
Bravo ha aprovechado para manifestar su solidaridad con los jóvenes que ocuparon este martes la Conselleria de Educación para protestar por los recortes, al tiempo que ha manifestado su solidaridad con los miembros del movimiento 15-M y ha recordado el informe de Amnistía Internacional que advierte de la «contundencia» que emplearon «las fuerzas de seguridad contra los manifestantes».
Las reclamaciones de ambos sindicatos son que no salga adelante el proyecto de Ley de Reforma Laboral, la consolidación del equilibrio de las relaciones laborales, la racionalización de la estructura de la negociación colectiva y la concreción del escenario para «la creación de más y mejor ocupación».
Vicens ha anunciado que su sindicato continuará las movilizaciones en verano, mientras que Bravo ha subrayado que «ayer estuvimos de vigilia hasta las dos de la noche, estamos hoy y estaremos los días que hagan falta».
Ambos sindicatos han coincidido en criticar toda la política económica del Gobierno. «No nos olvidamos de los recortes al Estado de Bienestar como son la sanidad, la educación y la ley de dependencia», ha remarcado Bravo.
Asimismo, Vicens ha reclamado la participación de la ciudadanía en las protestas porque «ésta no es la manera de gobernar a los ciudadanos», aunque Bravo ha advertido que «habrá grandes revueltas al margen de los sindicatos si se sigue gobernando con decretazos».
Durante la manifestación se han exhibido pancartas contra la subida del transporte público y contra los presidentes de Baleares y del Gobierno español, y se ha escenificado un funeral con un muñeco con un Estatuto del Trabajador y la inscripción «R.I.P Derechos».