Seis de cada diez empresas, asociaciones, particulares y organismos de todo tipo a los que el Govern debe dinero han decidido sumarse al plan de pagos extraordinario que ha puesto en marcha el Govern en colaboración con el Ministerio de Hacienda.
Eso quiere decir que, hasta la fecha, ya ha llegado al departamento de Josep Ignasi Aguiló la certificación de 155.000 facturas de las 245.000 que el Ejecutivo tiene pendiente de pago. En millones, significa que, en breve, el Govern podrá hacer frente al pago de al menos 430 millones de euros del montante total que adeuda.
El plazo
Todavía quedan 90.000 facturas pendientes de sumarse a este plan de pagos extraordinario. Los interesados pueden hacerlo hasta el día 22 de mayo, fecha en la que finaliza el plazo para sumarse. El Govern calcula que, si todos los proveedores se suman a este iniciativa, se pagarán 720 millones de euros pendientes.
La aceptación de este plan por parte de los proveedores implica el cumplimiento de una serie de condiciones. La más gravosa para los afectados por los impagos es que los proveedores renuncian expresamente a cualquier acción judicial que hayan podido emprender contra el Govern. Dicho de otro modo: no podrán exigir el pago de los intereses de demora por el retraso en los pagos.
Los proveedores que aún no se hayan sumado a este plan deben manifestar su adhesión de forma expresa. No todos los proveedores pueden sumarse a este plan. El plan de pagos no afecta a la deuda que mantiene el Govern con otras administraciones, como ayuntamientos o consells, ni con entidades como la Universitat de les Illes Balears, que han quedado fuera. Sí afecta a las deudas de la Administración autonómica y del Servei de Salut, dependiente de la Conselleria.