Desde hace 23 años el doctor Joan Antoni Pascual, urólogo del Hospital Son Espases, lidera el Proyecto Urológico Balear de atención médico-quirúrgica en los campamento de refugiados saharauis. El último viaje se realizó entre el 21 enero y el 4 de febrero pasados, fue la expedición correspondiente a 2011 que no pudo hacerse en octubre, cuando estaba prevista, por falta de dinero.
El día que tenían previsto aterrizar en Tindouf fue el mismo en que secuestraron al mallorquín Enric Gonyalons y a otras dos cooperantes, «y eso ha alterado la vida en los campamentos, donde se ha incrementado mucho la seguridad», reconoce el doctor Pascual.
Éste recuerda que antes de iniciar este proyecto «los saharauis se morían de problemas prostáticos y por eso pensé que podía aplicar mis conocimientos para mejorar la salud de estas personas que, al fin y al cabo, han sido ciudadanos españoles». En los primeros años «apenas contábamos con presupuesto ni subvenciones, por lo que buscamos apoyo en las empresas privadas, y año tras año el proyecto fue creciendo. En total han operado a unas 650 personas en todos estos años.
Pero la crisis económica se interpuso en el camino de este proyecto y el año pasado, tras haber enviado la caravana con todo el material necesario para las intervenciones, a la hora de sacar los billetes de avión del equipo resultó que no había dinero, «y como el Govern del Pacte no había ingresado el convenio de 2011, encima teníamos deudas por valor de unos 150.000 euros». «El nuevo Ejecutivo tampoco pudo comprometerse a darnos lo que necesitábamos, por lo que tuvimos que posponer el viaje. Al final el Govern del PP asumió las facturas de 2011, que irá pagando cuando pueda, y así pudimos sacar los billetes».
Dificultad
Pero entonces se toparon con una nueva dificultad, a raíz del secuestro de los cooperantes, diez de los catorce miembros del equipo se retiraron y «tuve que recomponer el grupo, anestesistas, enfermeras…». Finalmente, en enero el equipo partió para los campamentos.
Ahora está en el aire el viaje correspondiente a 2012, pues se precisan 25.000 euros (todo incluido), pero la idea es volver en octubre.