El PSIB recuperó ayer uno de los episodios que más repercusión mediática tuvo en época de Matas: la visita de una delegación encabezada por un conseller de su ejecutivo a un bar de alterne ruso, al 'Rasputín'.
El diputado socialista Diéguez, cansado de que en cada pleno, algún portavoz del PP, algún conseller o el propio president Bauzá, como ayer mismo, digan que están pagando las consecuencias de sus «fiestas» y «juergas', respondió al vicepresidente económico, Pep Ignasi Aguiló, de la siguiente manera: «Nosotros sí que gobernamos en tiempos difíciles y mejor absténganse de decir que están pagando nuestras juergas porque para juerga la de ustedes al irse a un prostíbulo de Moscú». Y añadió «Y si no lo sabe, que se lo cuente el señor Delgado, que es el que sabe todo lo que pasó ahí y el que hacía las presentaciones».
Delgado, hoy conseller de Turisme y, en aquella época alcalde de Calvía, levantó los ojos y esbozó una sonrisa pero no respondió. Delgado fue el que presentó al Govern a un empresario ruso, luego investigado, que fue el que agasajó a la delegación balear en Moscú.
La demandas
Los plenos del Parlament se convierten cada martes en una disputa entre los consellers del actual Ejecutivo y la oposición sobre quién es más responsable de la crisis. Ayer no fue la excepción y el turno de preguntas al Govern terminó con un 'rifirafe' entre el president Bauzá y la portavoz socialista Francina Armengol.
La socialistas le preguntaron cómo piensa responder a las demandas ciudadanas en la calle (el sábado se manifestaron casi 4.000 personas) y Bauzá le dijo que lo que, de verdad, quiere la calle son soluciones y que «ustedes sólo quieren seguir con la fiesta y no son conscientes del mal que han hecho».