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operación Ossifar

Los investigadores prosiguen con los interrogatorios de la operación Ossifar

| Palma de Mallorca |

La Guardia Civil y los fiscales anticorrupción proseguirán durante esta mañana y a lo largo del día con los interrogatorios en el marco de la segunda fase de la operación Ossifar, que este miércoles se saldó con la detención de la que fuese jefa de un departamento presuntamente 'fantasma' de Emaya cuyos empleados se dedicaban a la labores de partido y a la captación de votos para Unió Mallorquina (UM), a pesar de estar a sueldo de la empresa municipal.

Así lo han señalado fuentes de la investigación, que han explicado que el departamento investigado era conocido como Oficina de Atención a la Ciudadanía. Según las pesquisas, nunca fue creado de forma oficial como tampoco disponía de presupuesto alguno, y en él trabajaban cinco empleados que en realidad eran agentes electorales de UM. Todos ellos prestaron declaración en calidad de testigos excepto su jefa, L.J.Z., quien tras ser detenida e interrogada quedó anoche en libertad con cargos.

En concreto, sobre la arrestada pesan los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, fraude y prevaricación. Mientras tanto, también fue interrogada como imputada la consejera ejecutiva de la constructora Melchor Mascaró, Antonia Mascaró, quien fue inquirida por los investigadores en torno a contrataciones que obtuvo su empresa de forma presuntamente amañada.

Cristina Cerdó

Unos hechos que habrían sucedido durante la etapa en la que Cristina Cerdó, cuya imputación no se descarta, presidía Emaya mientras por debajo se encontraba la ex gerente Malen Tortella. Se da la circunstancia de que Cerdó ya se encuentra encausada en los casos Maquillaje y Picnic, que indaga de forma paralela un presunto desvío de 1,2 millones de euros públicos a la captación de nuevos afiliados y futuros votantes de UM.

El arresto de L.J.Z. se produjo después de que el ex jefe del área de Medio Ambiente de Emaya, Germán Chacártegui, se prestase a colaborar con las investigaciones y, en dependencias de la Guardia Civil, manifestase que dentro de la compañía se comentaba que la labor de los empleados que trabajaban en el departamento orientado a la ciudadanía estaba relacionada con UM. Por entonces, la empresa estaba presidida por Cristina Cerdó mientras que la gerente era Malen Tortella -quien también fue detenida en esta operación-.

La sociedad municipal ya se encontraba bajo la lupa judicial por haber sido presuntamente utilizada para favorecer a personas afines a la formación nacionalista mediante su colocación en esta empresa.

Cabe recordar que, en el marco de la primera fase de este caso, que indaga en concreto el desvío de entre 1 y 1,5 millones de euros públicos en la adquisición de contenedores soterrados de basuras a Seguridad y Limpiezas S.A., la Guardia Civil destuvo el pasado mes de agosto tanto a Chacártegui como al administrador único de la empresa Seguridad y Limpiezas S.A., Juan Pocoví, quienes posteriormente quedaron en libertad con cargos. En concreto, sobre los imputados pesan los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, fraude a la administración y prevaricación.

Ordenada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Palma a instancias de los fiscales Pedro Horrach y Miguel Angel Subirán, la operación Ossifar apunta a que el Consistorio abonó por cada contenedor -se adquirieron unos 200- más de 11.000 euros, una cantidad muy superior al precio unitario del mercado en el resto de España, calculado en unos 6.000 euros. Según las pesquisas, Chacártegui, quien hasta su destitución en julio de 2009 era responsable de los servicios de recogida de basuras, habría intervenido en las presuntas irregularidades que derivaron en el sobrecoste de la compra de los 'containers'.

Así las cosas, tras detectarse estas supuestas irregularidades, el equipo de gobierno liderado por la ex alcaldesa Aina Calvo puso estos hechos en conocimiento del Ministerio Público en verano de 2009. Sin embargo, no fue la única actuación que llevó a cabo el Ayuntamiento en este sentido ya que también interpuso una denuncia ante la Comisión Nacional de la Competencia contra Seguridad y Limpiezas S.A. y otras tres empresas -Nord Engineering, Reparaciones Técnicas y Servicios Avant y Schmitdt Ibérica de Equipos de Mantenimiento de Carreteras (RTSAvant)-, que finalmente fue archivada, tal y como consta en la resolución de la Comisión a la que ha tenido acceso Europa Press.

El Ayuntamiento decidió el 10 de febrero de 2009 convocar un concurso para instalar en algunas calles de la ciudad un nuevo sistema de contenedores soterrados, que eran importados por distribuidores españoles de países como Italia y Finlandia debido a sus ventajas medioambientales. A la convocatoria concurrieron empresas locales y dos UTE -la formada por Llull Sastre Construcciones y Contratistas Mallorquines Asociados, y la UTE Adecuación Calles Palma- que resultaron adjudicatarias el 16 de marzo de estas licitaciones.

El expediente señala sin embargo que, tras resultar adjudicataria, la UTE Adecuación Calles Palma firmó en abril un contrato con Seguridad y Limpiezas para adquirir los denominados contenedores Easy a un precio superior al que presentó al Ayuntamiento cuando dio a conocer su oferta, sin que hasta el momento haya sido justificada esta decisión.

Cabe recordar que, en la jerarquía de Emaya, sobre Chacártegui se encontraban únicamente la ex presidenta de esta empresa y ex número dos de UM en Cort, Cristina Cerdó, quien está imputada en los casos Picnic y Maquillaje, así como la ex gerente Malen Tortella, encausada por su parte en este último procedimiento.

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