El teniente de alcalde de Urbanismo, Jesús Valls, ha anunciado esta mañana que el Ajuntament de Palma descarta derribar el edificio de Gesa.
Su demolición podría implicar -según Valls- iniciar un rosario de pleitos que mantendría en stand by entre cinco y diez años una zona emblemática de la ciudad, lo que entiende desaconsejable. Habría que añadir además que el coste del derribo ascendería a cinco millones de euros.
Ante este planteamiento, el equipo de gobierno municipal estudia qué uso dar al edificio, siempre teniendo en cuenta lo previsto en su catalogación.
Valls ha señalado además que esta construcción no cumple el Código Técnico de Edificación. El regidor ha añadido, con reservas dado que no está confirmado, que la estructura de este inmueble podría tener aluminosis.