Unas 10.000 personas procedentes de toda la Isla salieron ayer a las calles de Palma para sumarse al 15-O World Revolution. La marcha, que se desarrolló sin incidentes, salió de Es Born, transcurrió por Jaime III, Avingudes y finalizó en la Plaça d'Espanya, también conocida por el movimiento 15-M como plaza de Islandia.
Los manifestantes criticaron especialmente a los políticos y banqueros, contra los que corearon varios lemas y a los que dedicaron una sentada en Avingudes. Entre algunas propuestas destacó la de que los políticos cobren el salario mínimo interprofesional.
Cambiar el mundo
Aunque el perfil de los asistentes a la protesta era muy diverso -había jóvenes, de mediana edad, niños, jubilados y de diferentes clases sociales- todos coincidían en su deseo de querer cambiar el mundo.
La manifestación del 15-O contó con grandes dosis de imaginación, con la que pretendía concienciar a los ciudadanos de las necesidad de despertar de su letargo y provocar un cambio social. Así, había muchas personas caricatururizando los diferentes perfiles sociales (comprador compulsivo, drogadicto, adicto a las nuevas tecnologías...). El ejército y la televisión, como instrumento para adormecer a la sociedad, también fueron parodiados.
Al llegar a Plaça d'Espanya los organizadores de la marcha leyeron un manifiesto en el que exigían «a los poderes políticos, militares y jurídicos que se pongan al servicio del pueblo, demostrando un ejercicio de verdadera democracia, para habilitar los mecanismos, cambios y reformas necesarias para garantizarnos una soberanía global».