La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Palma, Aina Calvo, ha pedido al alcalde de la ciudad, Mateu Isern, que presente un plan de austeridad global y que pare los recortes en servicios sociales, ya que considera que el equipo de gobierno municipal tiene «margen de maniobra» para hacerlo.
En una rueda de prensa celebrada esta mañana, la exalcaldesa de Palma ha reclamado a Isern que presente este plan «a la mayor brevedad posible» porque es necesario, a su juicio, un gobierno «que planifique» y que no base sus acciones en la «improvisación».
«Merecemos un gobierno que no solo nos hable de recortes sociales y que nos cuente su plan para afrontar los tiempos de dificultad», ha dicho Calvo, que ha puntualizado que «la crisis y la falta de ingresos no comenzó en mayo», cuando se celebraron las elecciones municipales, sino en 2008, año en que el PSOE estaba en el gobierno de Palma.
Para Calvo, los recortes sociales tienen que ser la «última opción» y no la primera, como a su juicio ocurre con el gobierno de Isern, ya que antes se puede conseguir un aumento de los ingresos públicos mediante otras vías.
La exalcaldesa ha lanzado una serie de propuestas por las que el consistorio podría incrementar sus ingresos sin subir impuestos, como por ejemplo recurriendo a su patrimonio y vendiendo suelo público.
Solución
Esta opción, ha puntualizado, no es buena en tiempos de opulencia, pero en una situación de crisis puede ser una solución y, en este sentido, ha mencionado los solares de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Palma.
Calvo también ha propuesto revisar los convenios entre el Ayuntamiento y diferentes administraciones y entidades privadas, así como luchar contra el fraude fiscal y modificar el sistema de alquiler de autobuses de la EMT.
Entre los recortes sociales que ha llevado a cabo Isern en sus primeros cien días de mandato, los socialista destacan la supresión del servicio de orientación del IMFOF con el despido de 29 personas, la paralización de la rehabilitación de Corea, el freno a la contratación de 346 desempleados de larga duración, el cierre de seis casales de barrio y dos de juventud y la supresión del programa Dinamo para jóvenes en los barrios conflictivos.
También mencionan la reducción a la mitad de las ayudas a libros de texto, el cierre de dos parques de bomberos, la supresión de frecuencias en doce líneas de autobús, el desmantelamiento del programa de educadores familiares y la paralización de ayudas a padres para actividades extraescolares.
«Hay que atender a los más golpeados por la crisis», ha reiterado Calvo en la rueda de prensa, y ha añadido que tiene la sensación de que el PP está «jugando a la ruleta rusa en materia social» y provocando un alarmismo social que es evitable.
Calvo se ha mostrado dispuesta a colaborar con el equipo de gobierno municipal para salir de la situación y ha recordado que ella gobernó durante tres años de crisis económica sin recortar los servicios sociales de la ciudad ni tocar los impuestos, sino acudiendo a mecanismos alternativos para incrementar los ingresos municipales.