La comisión de Turismo del Parlament ha aprobado hoy, con los votos a favor del grupo popular y en contra de la oposición, una proposición no de ley que insta al Ministerio de Defensa a desbloquear los trámites para hundir la fragata «Baleares» y crear un arrecife artificial en Calvià, «con la mayor celeridad».
El diputado del grupo popular Óscar Fidalgo ha defendido que el proyecto de creación de un arrecife artificial para el buceo, impulsado por el Ayuntamiento de Calvià en 2005, cuenta con todos los informes medioambientales favorables necesarios y solo está paralizado porque ha sido «denegado sistemáticamente por motivos políticos» por el Ministerio de Defensa.
Fidalgo ha subrayado que el hundimiento sería atractivo para el buceo recreativo que supone «un turismo de calidad y alto poder adquisitivo» y que en la actualidad genera 25 millones de euros de ingresos directos y 125 indirectos, con 150.000 visitantes anuales, según datos de la Federación de Centros de Buceo de Baleares.
La diputada socialista Bel Oliver se ha opuesto al proyecto por considerar que «lanza un mensaje negativo» y poco respetuoso con el medio ambiente a los turistas de calidad de los principales mercados emisores hacia Baleares y además supone una inversión de 2 millones de euros que se puede destinar a crear otros productos turísticos.
Por el del grupo PSM-IV-ExM y Més per Menorca, Joana Lluïsa Mascaró, ha asegurado que «una fragata de 133 metros no es un paraje nada natural» sino «un atentado ecológico innecesario e injustificable» y ha defendido que el litoral de Mallorca tiene atractivos suficientes para el buceo, con lugares como Cabrera o Dragonera, sin necesidad de crear «otros postizos».