La fiebre del raor vuelve tras levantarse la veda que hace dos años se amplió quince días, del 15 de agosto al 1 de septiembre, para favorecer la cría de este preciado pescado. Pero ayer, a pesar de contar con cierta buena mar, los raors no picaban.
Muchos pescadores aficionados partieron con sus embarcaciones desde diferentes puertos de la isla. En concreto, desde la Colonia de Sant Jordi a partir de las 13 horas comenzaban a llegar las primeros amantes de esta especie, con cara de pocos amigos para que la jornada no había sido demasiado provechosa. Pocos podían jactarse de haber pescado más de una docena de raors.
Zona norte
Procedentes de Can Picafort y Son Serra de Marina, muchos pescadores se desplazaron ayer a primera hora de la mañana hasta Cala Mesquida coincidiendo con la apertura de la veda.
Los aficionados salieron a probar suerte y lo hicieron principalmente en la zona del Coll Baix de Alcúdia y en la zona de Cala Mesquida, ambas con grandes arenales. El inicio de la temporada no pudo ser mejor y muchos alargaron la faena hasta entrada bien la tarde.