El portavoz municipal del PSM-IV-ExM, Antoni Verger, ha aseverado que el Ayuntamiento de Palma «malgastará» un total de 6,5 millones de euros con el derribo del barrio de Camp Redó, más conocido como Corea, ya que esta cantidad fue la que se destinó la pasada legislatura a la adquisición y rehabilitación de viviendas así como en expropiaciones. Por ello, ha pedido al alcalde, Mateo Isern, que no actúe «al dictado de la especulación y de los intereses privados».
En rueda de prensa, Verger se ha opuesto de esta forma al derribo de Corea y ha exigido la continuación del Plan de Rehabilitación Integral de la zona a fin de evitar que «continúen avanzando los procesos de degradación y marginación» en este enclave de la capital balear. «No es cuestión de hacer 'tabula rasa' y destruirlo todo con una justificación económica, sino que la mejor opción para los vecinos sería continuar con la reforma por su importante componente de cohesión social», ha incidido.
Durante su intervención, Verger ha reclamado asimismo explicaciones al equipo de gobierno sobre los 50 millones que «dicen que costaría mantener el anterior proyecto», cuando la anterior concejalía de Vivienda lo presupuestó en 23 millones, de los cuales el Consistorío únicamente debía aportar 10 millones. Así, renunciando a la reforma también se renuncia, ha apuntado, a los 6,5 millones estatales del Plan de Vivienda y a los 1,5 de fondos europeos que ya estaban comprometidos.
En este contexto, tanto Verger como la regidora Marisol Fernández han dudado de la viabilidad de la operación prevista por el Ayuntamiento, al recordar que el anterior equipo de gobierno del PP ya intentó derribar Corea «con un fracaso rotundo». En concreto, han precisado, en 2005 Cort sacó a concurso la construcción de nuevas viviendas que quedó desierto, por lo que «con estos antecedentes y con la incerteza sobre la situación económica y sobre las intenciones del actual equipo, pedimos responsabilidad de gobierno».