El PSM-IV-ExM se ha mostrado abierto a la posibilidad de estudiar la entrada de la iniciativa privada en el proyecto del tranvía de la Bahía de Palma como una de las fórmulas para asegurar la financiación que permita llevar a cabo esta infraestructura, que a su parecer solucionará los problemas de movilidad de la ciudad.
Así lo ha señalado a los medios el secretario general de la coalición en Palma, Antoni Verger, quien ha comparecido junto al también concejal nacionalista, Antoni Noguera, para defender los beneficios del tranvía frente al rechazo del Ayuntamiento a continuar con el proyecto debido a las limitaciones presupuestarias.
Verger ha subrayado que, para la coalición, el proyecto debería ser financiado al cien por cien por el Estado como una forma de compensar el «agravio comparativo» al que se han visto sometidas las islas durante años en materia ferroviaria. No obstante, ha dejado la puerta abierta a la posibilidad de buscar otras fórmulas como la entrada de capital público-privado.
En este sentido, ha afirmado que los estudios de demanda del tranvía «más conservadores» demuestran la posibilidad de captar inicialmente entre 12 y 14 millones de usuarios anuales para los 15 kilómetros entre plaza de España y el Arenal de Llucmajor. Para los nacionalistas, estas previsiones aseguran la justificación para su construcción y la viabilidad de la explotación, por lo que consideran que puede ser una oportunidad atractiva para la iniciativa privada.
Los nacionalistas se han mostrado comprensivos ante las limitaciones presupuestarias actuales, si bien han pedido al Ayuntamiento que no rechace rotundamente el proyecto, el cual se prevé que tendrá un coste global de más de 300 millones de euros. Así, han apostado por continuar con la tramitación necesaria con el objetivo de estar en situación de comenzar las obras en cuanto se disponga de financiación.
En este sentido, Verger ha explicado que existe un convenio con el Gobierno central para sufragar los costes de toda la tramitación inicial. Después, ha señalado, habría que buscar las posibles fórmulas para financiar el resto del proyecto, como puede ser por medio de los fondos estatutarios o con la entrada de capital privado, por ejemplo.
Además, Verger ha criticado que el Ayuntamiento diga que el tranvía no es una prioridad y que no hay disponibilidad económica para ello cuando se va a destinar 80 millones de euros a la construcción del Palacio de Congresos de Palma y al hotel complementario.
Por otra parte, Verger ha negado que se pueda conseguir con los autobuses el mismo nivel de prestaciones que se alcanza con el tranvía. Así, ha defendido que el tranvía es un medio de transporte mucho más rápido, con una velocidad comercial de 20 kilómetros por hora frente a los 12 que tiene un autobús urbano en una ciudad como Palma.
Asimismo, ha destacado que el tranvía tiene mayor capacidad para el transporte de usuarios ya que es capaz de llevar a 250 personas, con intervalos de cinco minutos, mientras que un bus urbano no puede pasar de 120 por trayecto. De este modo, ha remarcado que este medio de transporte dobla la velocidad y capacidad de transporte de un autobús urbano.
Además, ha apuntado que las líneas de autobuses que cubren la zona de la Playa de Palma se encuentran saturadas y no ofrecen un buen servicio, por lo que ha considerado que el tranvía solventaría los problemas de movilidad de esta zona. El nacionalista ha agregado que se trata de una infraestructura «sostenible» y «potente» que mejoraría la conectividad de la oferta turística de la Playa de Palma con el centro de la capital balear.
EL PP, «EL PARTIDO DE LA OCUPACIÓN»
Por su parte, Noguera ha criticado que el PP se presentara a las elecciones municipales como «el partido de la ocupación» cuando está llevando a cabo toda una serie de medidas que han dejado de generar del orden de 5.000 o 6.000 puestos de trabajo, según sus cálculos. Se ha referido así a anuncios como el cierre de la Ràdio i Televisió de Mallorca o la paralización del Tranvía, entre otros.
En este sentido, Verger ha dicho que el PP pretende salir de la crisis con el impulso de proyectos urbanísticos «especulativos» como la construcción de un centro comercial en Ses Fontanelles o el derribo del barrio de Corea para levantar nuevas viviendas. Es por ello, que el nacionalista ha tildado esta actitud de «provincianismo rancio y retrógrado» que recahaza «cualquier tipo de modernidad» como es el proyecto del tranvía, el cual generará puestos de trabajo en el sector de la construcción y el de las nuevas tecnologías, ha apostillado.