Un emocionado Gabriel Sampol, con el recuerdo permanente de su padre, recibió ayer la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en el patio central del Castell de Bellver, ante la presencia de toda su familia, amigos, hoteleros, banqueros y representantes del mundo empresarial y político, entre ellos el president José Ramón Bauzá y la presidenta del Consell, María Salom.
El delegado del Gobierno, Ramón Socías, fue el encargado de entregarle la medalla y de glosar su trayectoria empresarial y humana, afirmando que «se trata de un empresario con una gran calidad humana, que ha tenido siempre claro cuáles eran sus objetivos de una forma activa e inquieta que le han hecho afrontar todo tipo de retos importantes en su vida profesional».
Una charla didáctica
Sampol, en su intervención, agradeció estar rodeado de «mis amigos en este acto tan importante para mí, porque desde el primer momento en que el delegado de Gobierno me lo comunicó a principios de diciembre pasado, supuso una alegría inenarrable, más aún cuando se me agradecía el esfuerzo y todo el trabajo realizado».
Sampol explicó, en lo que él denominó una «charla, porque he perdido el guión de lo que iba a decir», sus comienzos junto a su padre, del cual «aprendí la dedicación al trabajo, la perfección y cumplir con los retos».
Valoró muy positivamente el hecho de que gracias al empecinamiento de su padre, «aprendí a afrontar retos futuros, con los cuales hemos logrado expandir la empresa y convertirnos en una firma de referencia a nivel internacional en materia energética, así como disponer de un know how que nos permite afrontar cualquier tipo de reto, más aún con la apuesta que hemos hecho por la innovación con la entrada de la tercera generación en la empresa».