La situación económica del Parlament también está al borde de la bancarrota. La Cámara autonómica solo tiene recursos disponibles para abonar las próximas mensualidades de sus funcionarios, según ha podido saber este diario. Si el Govern no hace ninguna transferencia en las próximas semanas, el Parlament no podrá pagar las nóminas a sus funcionarios.
Las arcas del Govern no están, ni mucho menos, tan boyantes como decía Carles Manera en su adiós como conseller d'Economia. Si existe un remanente económico, el Parlament no ha recibido ni un euro desde hace meses.
Fuentes de la Cámara autonómico señalaron que el Govern no ha hecho ninguna transferencia al Parlament desde hace medio año. Durante este último semestre los funcionarios, y también los diputados, han cobrado gracias a que existía un remanente en la propia institución. Desde el Parlament señalaron a este diario que pueden mantener esta situación durante dos meses más, pero a partir del tercer mes no hay dinero para pagar ni las nóminas de los trabajadores. La situación es dramático.
Austeridad
El propio president del Parlament, Pere Rotger, se refirió la semana pasada a la necesidad de reducir los costes de la Cámara autonómica. De hecho, Rotger ha repetido que hay que ser austeros en el Parlament, pero no dijo que la situación económica era tan delicada en la institución autonómica desde hace medio año. La anterior presidenta de la Cámara autonómica, la socialista Aina Rado, tampoco comentó en ningún momento que no recibía ninguna transferencia del Govern desde hacía meses.
De momento, el Parlament ya ha conseguido un ahorro de un millón de euros con distintas medidas de austeridad. Los grupos parlamentarios tendrán menos asistentes -todavía por pactar en la Mesa del Parlament- y las aportaciones a los grupos se han reducido en un 25 por ciento.
Los grupos parlamentarios reciben una cantidad fija cada mes y otra en función del número de diputados, una cantidad que sirve de fuente de financiación de los partidos políticos. Esta reducción de las aportaciones a los grupos fue aprobado por unanimidad en la Mesa del Parlament la semana pasada, si bien el PSM se quejó de que se vería muy afectado por esta reducción económica. Todavía faltan negociar más recortes entre los grupos parlamentarios.