El alcalde de Manacor, Antoni Pastor, que hoy renovará su mandato, ahora con mayoría absoluta, no esconde su profundo malestar con el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, después de que éste, por sorpresa, el pasado jueves le comunicase que no seguiría como portavoz del grupo parlamentario; tarea que había venido desempeñando durante el último año de la pasada legislatura.
Pastor declinó ayer realizar nuevas declaraciones sobre este episodio, pero en todo momento dejó claro su descontento con la decisión de Bauzá y sus consecuencias, puesto que el líder de los conservadores se había comprometido a mantenerle en el cargo, según la versión que ha trascendido. De hecho, el descabalgamiento de Pastor sorprendió a varios dirigentes conservadores, los cuales también conocían de antemano el pacto de continuidad del alcalde de Manacor como portavoz parlamentario.
Distanciamiento
Es indudable que en los últimos meses se había producido un distanciamiento entre Bauzá y Pastor, el cual tuvo que ser obligado por el primero a encabezar la lista de Manacor.
Personas del entorno de Bauzá consideran que la decisión final de apartar a Pastor del cargo de portavoz ha sido la consecuencia de un cúmulo de circunstancias, en especial derivadas de su actitud de enfrentamiento permanente con las decisiones de la dirección regional y eso que Pastor es uno de los vicepresidentes del PP balear. Al final, el presidente ha decidido castigar a Pastor, una decisión que no está exenta de riesgo en el futuro.
Por último, algunas fuentes apuntan a las veleidades de Pastor con las ofertas de Jaume Font para incorporarse a la Lliga como la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Bauzá, el cual ha querido hacer una clara demostración de fuerza.