Los trabajadores de Quesería Menorquina han firmado este lunes la compraventa de la sociedad a la empresa Carcesa, con sede en Mérida (Badajoz) y en la actualidad inmersa en un proceso concursal, según han informado a Europa Press fuentes del comité de empresa de Quesería Menorquina.
Las mismas fuentes han señalado que esta mañana se han desplazado hasta Mérida los trabajadores de Quesería para suscribir la operación de compraventa con la administración concursal de Carcesa. Para ello, los trabajadores de Quesería han constituido una sociedad laboral, con la que han adquirido la factoría menorquina.
Desde el comité han indicado que en el plazo de unas semanas el Juzgado de lo mercantil número 1 de Badajoz, que lleva el caso desde que se declaró el concurso de acreedores en Carcesa, propiedad de la familia Ruíz Mateos, deberá ratificar la operación de compraventa, lo que CC.OO. espera que se produzca «sin problemas» en las próximas semanas.
Aunque no se ha hecho público el precio de la compra, fuentes conocedoras de la operación indicaron a Europa Press que la transacción se ha cerrado al precio simbólico de un euro, si bien incluye la asunción de la deuda por parte de los nuevos propietarios, cuyo importe se está renegociando en la actulidad con el fin de cerrar el proceso de adquisición.
De este modo, los trabajadores de Quesería Menorquina, fabricante de marcas como 'Tranchettes' y 'Santé', se han organizado con el objetivo de «salvaguardar sus puestos de trabajo», señala CC.OO. en un comunicado.
La vendedora, en este caso Carcesa, también fue declarada en concurso de acreedores, lo que ha motivado que fueran sus administradores concursales quienes hayan firmado la venta, tras realizar un «minucioso» análisis «mediante el que han constatado su conveniencia para todas las partes».
Quesería Menorquina se encuentra en concurso voluntario de acreedores desde el pasado mes de abril, un procedimiento en el que la juez ha apartado de la gestión de la empresa a la familia Ruiz-Mateos. Carcesa, también propiedad de Nueva Rumasa y a su vez en suspensión de pagos, ostenta, hasta que se materialice la compraventa, la totalidad del accionariado de la empresa balear.
El Gobierno balear ha recordado recientemente que Quesería Menorquina es una empresa que «siempre se ha tenido claro que es rentable» y que, por tanto, «vale la pena luchar por ella», y ha apostado por su independiencia.
Nueva Rumasa adquirió esta empresa en junio de 2009 a la multinacional Kraft Foods, en una operación que incluía la planta de Mahón y las marcas Tranchettes, Santé y Quesilete. La familia Ruiz-Mateos tiene aún pendiente de pago alrededor de 1,4 millones de euros a Kraft por esta compra.