El Gobierno español acordó ayer enviar de forma permanente al diplomático mallorquín Josep Riera, actual embajador en misión especial para Asuntos del Mediterráneo, a Bengasi (este de Libia) con el objetivo de mantener un contacto «permanente e institucional» con el Consejo Nacional de Transición, representante de los rebeldes,.
Riera, de 62 años y natural de Inca, es un veterano diplomático que ha sido embajador en Guinea Ecuatorial, subdirector general para Oriente Medio y representante adjunto de España en la OTAN, entre otros cargos.
La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, hizo ayer este anuncio en declaraciones a los periodistas en Doha, donde participó en la reunión del Grupo de Contacto de Libia para evaluar la situación en el país norteafricano.
Relación
La previsión es que este enviado especial, que no puede tener rango formal de embajador al tener ya España uno acreditado en Trípoli, se incorpore a su puesto dentro de dos semanas, informó la ministra.
Según Jiménez, la tarea que se le ha encomendado es «formalizar» la relación con el CNT y mantener «reuniones institucionales» con sus miembros.
«Se trata de dar un paso más allá y de dar un mayor apoyo a las gestiones diplomáticas y políticas con los opositores», explicó la jefa de la diplomacia española.
Jiménez aprovechó la presencia del responsable de política exterior del CNT, Ali Esaui, en la reunión de Doha para comunicarle personalmente la decisión de enviar un funcionario a Bengasi.
La ministra reconoció que el paso de destinar en Bengasi a un interlocutor permanente con los rebeldes es para contribuir a encontrar una solución a la situación que atraviesa el país.
No obstante, el envío de Riera no va asociado a la apertura de ninguna oficina de España en Benghazi, ya que la Embajada española en Trípoli no ha sido cerrada formalmente, aunque sí físicamente de forma transitoria.
Tras retirar a todo su personal diplomático de la legación en Trípoli a primeros de marzo pasado, el Gobierno envió de vuelta al número dos de la Embajada en Trípoli con la misión de conseguir la liberación del fotógrafo Manuel Varela de Seijas, conocido como Manuel Brabo, retenido desde hace nueve días por las fuerzas leales a Muamar el Gadafi. No obstante, la legación permanece cerrada temporalmente.