Las secciones sindicales de CCOO, CSIF, SPPME, STEI, UGT y USO de la Policía Local de Palma han abandonado hoy la mesa de negociación con el Ayuntamiento porque no existe voluntad de corregir la gestión «errática» y la situación «caótica» que sufren los agentes de este cuerpo de seguridad municipal.
A su juicio, los actuales gestores políticos y los mandos policiales están hundiendo «el prestigio y la imagen» de estos agentes por lo que el colectivo está «desmotivado, indignado y defraudado» lo que, advierten, supone un deterioro del servicio policial que se presta a los ciudadanos.
Los sindicatos apuntan como culpables del «caos» al concejal de Policía, Antonio Donaire; la directora general de Seguridad Ciudadana, Pepa Peláez, y el intendente jefe, Nicolás Herrero, a los que achacan «una gestión dictatorial y errática», pues aseguran que «de lo poco que han hecho, lo han hecho fatal».
Los agentes, según los sindicatos sufren «todo tipo de arbitrariedades y presiones injustas», que en ocasiones «rozan lo ilegal o abiertamente lo sobrepasan».
Las cuestiones que critican los sindicatos son los cambios y la designación «a dedo» de los destinos; la regulación de la segunda actividad desnaturalizándola (para los policías que sobrepasan los 55 años); el desinterés por tener un reglamento, y el establecimiento de unos servicios mínimos a la carta.
Asimismo, denuncian una junta de mandos que funciona como «reino de taifas, donde impera el caos y las luchas internas, cuando no enfrentamientos que trascienden al servicio ordinario, afectando a los policías que son usados como armas arrojadizas».
Tampoco consideran adecuadas las «actitudes cerriles y absurdas de Jefatura"; la inhibición de la Concejalía de Función Pública sobre los temas que afectan a la Policía Local y el hecho de que «el señor Donaire ni está ni se le espera».