El canónigo Bruno Morey acaba de abandonar Ca l'Abat tras residir en esta magnífica possessió de Deià los últimos 66 años.
Morey, de 96 años de edad, ha renunciado al usufructo que le autorizaba a vivir en Ca l'Abat hasta el día de su fallecimiento tras llegar a un acuerdo amistoso con el propietario de la finca, Jean-Pierre Ollivier, el aristócrata francés al que se la vendió hace unos 15 años en un proceso de compraventa no exento de una polémica que tuvo que resolver la Audiencia Provincial de Palma.
Durante estos días, Bruno Morey se está instalando en Palma, concretamente, en una planta baja del Camí de Génova, tras rechazar el ingreso en la residencia para sacerdotes retirados de la que dispone la Iglesia de Mallorca. El canónigo formado en Roma bajo la protección del papa Pío XII ha preferido seguir siendo como ha sido siempre: un espíritu independiente dedicado plenamente a la oración, al estudio y a la escritura, casi completamente al margen de la curia insular.
Según sus allegados, con el cambio de residencia Morey gana en salud y confortabilidad. Al tiempo que, gracias al acuerdo suscrito con el dueño de Ca l'Abat, también dispondrá de una mayor holgura económica, puesto que «mantener en perfecto estado de revista una casa tan grande como la de Deià representa una carga muy costosa», confiesan estas mismas fuentes.
El propio canónigo explicó ayer a este diario que, pese a la pena que siente al abandonar Ca l'Abat, en su nueva residencia palmesana podrá llevar a cabo una vida más cómoda y saludable. Morey también recordó que fue durante primer el verano completo que pasó en Ca l'Abat, el de 1939, cuando quedó prendado de este majestuoso enclave de la Serra de Tramuntana. Seis años después, en 1945, estableció allí la que ha sido su residencia habitual hasta la semana pasada.
Protegido de Pío XII
Bruno Morey nació en Valdemossa en 1915 y en 1939 fue ordenado sacerdote tras cursar estudios filosóficos y teológicos en el seminario de Sant Pere. Posteriormente, se licenció en teología y derecho canónico en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.
Notario eclesiástico de 1943 a 1947, en 1946 fue nombrado canónigo doctoral y canónigo archivero de la Seu de Mallorca. También fue durante 24 años catedrático de derecho canónigo de seminario conciliar de Palma. En plena efervescencia del boom turístico mallorquín, Morey fue el responsable de la pastoral turística.
En colaboración con el columnista Miquel Segura escribió sus memorias, tituladas 'El darrer canonge'. Pese al trajín del cambio de domicilio, Bruno Morey no ha dejado de escribir la columna semanal que este rotativo publica cada lunes en sus páginas de Tribuna.