La aprobación de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, más conocida como Ley de Dependencia, ha variado la forma en que las personas mayores pueden acceder a una residencia de la tercera edad. Y es que actualmente en Balears la mayoría de las plazas disponibles -tanto en centros públicos como privados- se reservan a los mayores dependientes, es decir a aquellos que tienen una autonomía más o menos limitada y precisan cuidados de forma continuada.
Hasta 2007, entrada en vigor de la Ley de Dependencia, ser pensionista, un informe de los servicios sociales, los ingresos económicos y el tiempo que se llevaba en lista de espera eran los criterios para poder tener acceso una residencia pública. Sin embargo, hoy todo esto ha cambiado y se han instaurado nuevos baremos y criterios diferentes en general. En estos momentos priman las necesidades asistenciales y la dependencia de los mayores ante las posibilidades económicas de que se disponga.
Residencias privadas
Las residencias privadas, desde luego, siguen ofreciendo plazas a las personas que la soliciten aunque no sean dependientes, pero la crisis y el exceso de oferta ha hecho que dispongan de muchas plazas vacías, por lo que la mayor parte de estos centros tienen interés en llegar a acuerdos con el Govern para la concertación de plazas que pasan a estar controladas por la administración y son destinadas a dependientes.
En total, en las Islas hay actualmente 2.789 plazas residenciales privadas, y el acceso a las mismas -es decir, las que no están concertadas- sigue siendo como hasta ahora: se solicita la plaza, tanto si es para válidos como para asistidos, y las condiciones varían según cada residencia, y no paga lo mismo una persona válida que otra dependiente.
Junto a la oferta privada existe otra de plazas públicas con dos formas de acceso: una para las personas dependientes y otra para las que no tienen dependencia. La oferta para las personas dependientes se engloban en la Xarxa Publica d'Atenció a la Dependència (XPAD), mientras que el resto funcionan según la administración de que dependan.
Los Consells y ayuntamientos mantienen plazas que no van destinadas a personas dependientes y su acceso y ocupación depende de cada administración. Son un total de 1.004 plazas.
La Xarxa Pública d´Atenció a la Dependència, por su parte, tiene actualmente 2.086 plazas disponibles para personas dependientes mayores en Balears. Todas ellas se financian a través de la Conselleria d'Afers Socials. De ese total de plazas 1.322 son de titularidad pública y 764 son de titularidad privada (contratadas con empresas privadas).
La Conselleria d'Afers Socials ha puesto en marcha esta legislatura 1.184 plazas nuevas de residencia de personas mayores y ha concertado plazas a ayuntamientos y privados hasta llegar a las 2.086. En este caso, explica la consellera d´Afers Socials, Fina Santiago, «el acceso es siempre el mismo, vía la Ley de Dependencia». Por tanto, las personas mayores que se encuentren en situación de dependencia y deseen acceder a una residencia, deberán solicitar la valoración de la situación de dependencia en su municipio y elegir el centro residencial que más le conviene. Si en un centro hay más demanda que plazas, como pasa con la de Sant Miquel, en Palma, la persona puede elegir otra residencia o bien optar por una ayuda económica hasta que haya una vacante.