La Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud llegó ayer a Mallorca en barco procedente de Valencia. La primera parada en la Isla, a media tarde, fue en la cárcel de Palma. en un emotivo acto que contó con la presencia del obispo de la diócesis, Jesús Murgui.
El prelado, al que acompañaban el delegado diocesano de Juventud, Rafael Mas, y miembros de pastoral penitenciaria y de la delegación de jóvenes, dirigió unas palabras a los reclusos, a los que invitó a descargar «sus cruces y sus sufrimientos», en la cruz de Jesús.
Rosario especial
Acabada la oración los presentes rindieron homenaje a la cruz, al tiempo que el obispo les obsequiaba con un rosario elaborado especialmente para la ocasión, y que lleva la imagen del Crist de la Sang y la estampa de la Mare de Déu de la Salut.
La cruz fue conducida luego a la iglesia de Sant Francesc, para ser velada por jóvenes desde las 9 de la noche de ayer hasta las 9 de la mañana de hoy. A lo largo de estas doce horas desfilaron por la iglesia grupos de la parroquia de Sant Francesc de Paula, los colegios Madre Alberta, Aladern, Aixa y Llaüt o la Orden de Malta, entre otros.