El primer mes de aplicación de la nueva 'ley antitabaco' ha concluido en las Islas con 22 denuncias de empresarios de la hostelería y ciudadanos y 1.265 inspecciones de la Conselleria de Salut que, en conjunto, han marcado un comienzo «muy positivo» del cumplimiento de la normativa, según afirmó ayer la directora general de Salut Pública i Participació, Margalida Buades.
El 70% de las denuncias han sido hechas desde bares, cafeterías y restaurantes y el resto han estado relacionadas con otros ámbitos como el transporte, los puestos de trabajo, los centros comerciales y las zonas de juegos infantiles.
Deficiencias
El 57% de estas inspecciones se saldaron sin que se detectara ni un solo fallo en la aplicación de la nueva normativa, mientras que en el 41% de las mismas sí que se encontró alguna deficiencia (relacionadas con la señalización y las máquinas expendedoras) y en el 2% restante se encontró a personas fumando o colillas que demostraban que se había estado fumando.
Margalida Buades calificó el primer mes de aplicación de la ley como «ejemplar» en cuanto a la conducta de los fumadores y del propio sector de la restauración en las Islas.
Buades afirmó que enero ha sido un mes de adaptación y que los próximos todavía seguirán siéndolo, por lo que las inspecciones se mantendrán con un carácter «más informativo que sancionador».
«Lo principal es familiarizar a la sociedad con la normativa», especificó ayer la directora general de Salut Pública i Participació.