La prórroga de los presupuestos están teniendo consecuencias significativas en la gestión del día a día municipal, pese a que no hace ni un mes que están prorrogados. Así, la decisión de la alcaldesa Aina Calvo de prorrogar los presupuestos sin presentarlos al pleno ha puesto en riesgo que entidades benéficas como la Sapiència puedan recibir subvenciones que les permiten desarrollar su labor social, así como la imposibilidad de que Cort pueda amortizar los 14 millones de euros correspondientes a este ejercicio.
El portavoz del PP en Cort, Julio Martínez, argumentó en la comisión de Cuentas que no darán a apoyo a estas modificaciones de créditos porque se trata de «parcheos» e instó al equipo de gobierno a presentar los presupuestos al pleno. En términos similares se expresa el presidente de UM Palma, Marc González, que responsabiliza a Calvo de la situación.
Martínez también reprochó al equipo de gobierno que se quite dinero de Benestar Social para pagar las subvenciones nominativas a las entidades benéficas. Sin embargo, los tenientes de alcaldesa de Benestar Social y Hisenda, Eberhard Grosske y Andreu Alcover, respectivamente, puntualizaron que las partidas que se quitan a Benestar Social son «virtuales», ya que más adelante se recuperarán con otras subvenciones que ecibir Cort.
Negociación
El PP propuso que estas partidas se quiten a otras áreas y no a Benetar Social. Así, la responsable del PP en asuntos sociales Marga Ferrando y UM se reunirá esta semana con el equipo de gobierno para negociar otras áreas de las que se pueda coger el dinero necesario para pagar las subvenciones nominativas. El portavoz del PP también responsabilizó al equipo de gobierno de que el Ajuntament de Palma pase a ser moroso por no poder amortizar los 14 millones de euros que le corresponden este año por haber prorrogado los presupuestos. Por el contrario, Alcover lo desmintió y explicó que el crédito se tiene que amortizar en el segundo semestre de 2011. Para el responsable d'Hisenda el PP actúa con irresponsabilidad, ya que no aprobar esta modificación de presupuestos para amortizar deuda perjudica principalmente al futuro equipo de gobierno, que «sólo tendrá una semana para negociar con los bancos».