El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer la integración de los funcionarios de nuevo ingreso en el Régimen General de la Seguridad Social, y, en consecuencia, el régimen de Clases Pasivas del Estado (del que forman parte funcionarios civiles, Fuerzas Armadas y Guardia Civil, y la administración de justicia), se mantendrá exclusivamente para sus actuales beneficiarios.
Las reacciones de los sindicatos de funcionarios a esta medida no se han hecho esperar.
CSI-CISF. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios acusa a Zapatero de «volver a hacer pagar a los funcionarios la crisis económica y los problema del país» y anuncia movilizaciones contra lo que califican de «nuevo atropello» y «guerra abierta» contra los funcionarios.
ANPE. El sindicato de enseñanza ANPE rechaza «tajantemente» el anuncio de la desaparición progresiva del Régimen de Clases Pasivas del Estado y apela a la responsabilidad de los políticos «para que dejen de perjudicar los intereses de los funcionarios».
STEI-i. El STEI-i manifestó ayer su malestar por la medida «impuesta sin haberse negociado en los ámbitos correspondientes» y que se pueden perder «prestaciones cuantitativas», apostillan.
UGT. La FSP-UGT de Balears también rechaza la medida y acusa al Gobierno de «vulnerar» los derechos a a negociación colectiva.
CCOO. Para la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO Balears la medida es poco acertada y es nuevamente perjudicial para los funcionarios.