El informático Carlos Martínez declaró ayer ante la juez del 'caso Voltor' que creó una empresa para cobrar las horas extras que realizaba en el Inestur, y que lo hizo por indicación del ex administrador del Inestur Àlvaro Llompart, y con pleno conocimiento del ex director gerente de ese organismo Antoni Oliver.
Martínez, imputado en la causa, explicó que había solicitado un aumento de sueldo debido a la enorme carga de trabajo que soportaba, con jornadas de catorce horas, y que la respuesta de sus jefes fue negativa, aunque les sugirieron que crease una empresa y que facturara a través de ellas esas horas extras.
El fiscal Miguel Àngel Subirán, en su escrito en el que pide que se forme una pieza separada sobre esa cuestión, señala que Martínez, a través de las sociedades Mediterránea 2F Consulting SL TCP/IB Technologic SL cobró de manera irregular alrededor de 70.000 euros por diversos servicios informáticos. En diciembre de 2009 desde los servicios jurídicos del Inestur le alertaron de que las prácticas de facturación «son irregulares», por lo que le indicaron que ya no podría cobrar del Inestur sus servicios y decidió cerrar TCP-IB, manteniendo sólo una de sus empresas.