La activista saharaui Aminatu Haidar ha sido la primera galardonada con el premio internacional Jovellanos 'Resistencia y Libertad', que conceden los gobiernos de Balears y Asturias. Con la finalidad de recoger este distintivo, Haidar estuvo ayer en Palma, donde criticó que «el gobierno español mantiene una aptitud de silencio ante una población que es casi española». En su opinión, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tendría que «intervenir» y defender el derecho de autodeterminación de este pueblo. Por ello, exigió la intervención del gobierno español en el conflicto «en calidad de actual responsable de la Unión Europea». Haidar recordó que «España se retiró en un proceso de descolonización sin terminar bien las cosas». La activista saharaui se mostró aún más crítica con el gobierno francés, al que reprochó que «defiende lo que hace el gobierno marroquí y niega la existencia del pueblo saharaui». Además, llegó a asegurar que «bloquea la situación» y no realiza «nada positivo» para contribuir a una «resolución pacífica».
Por el contrario, Haidar se mostró muy agradecida por la solidaridad internacional y el apoyo de la sociedad civil española y consideró un «orgullo y un privilegio» rendir tributo con el premio a un «hombre tan valiente» como fue Gaspar Melchor de Jovellanos. También recordó la huelga de hambre que realizó este verano en el aeropuerto de Lanzarote y aseguró que gracias al apoyo que recibió de la sociedad «estoy aquí».
Presos políticos
La activista saharaui insistió en que este premio no es un reconocimiento a su persona, sino a su pueblo, que «ansía vivir en paz en su propia patria disfrutando de sus derechos fundamentales». En este sentido, Haidar también recordó a los más de 50 presos políticos saharauis que están en las cárceles marroquíes.
Pese a la dura situación por la que atraviesan los saharauis, la activista hizo un llamamiento a su pueblo para que ejerza «resistencia sin violencia» al entender que ésta es la «única actitud a perseguir si queremos alcanzar la paz». No obstante, admitió que desconoce qué pasará con las generaciones futuras si día a día sufren la represión, por lo que pidió «ayuda e intervención» de la comunidad internacional porque «si se acaba la paciencia, la violencia generará más violencia».
Haidar visitó por la mañana, acompañada de los presidentes de Balears y Asturias, Francesc Antich y Vicente Àlvarez, el castillo de Bellver, donde Gaspar Melchor de Jovellanos estuvo encarcelado durante seis años, pese a no ser juzgado por un juez y a desconocerse los motivos aún hoy en día. La activista confesó que la visita le trajo «recuerdos dolorosos» de los cuatro años que permaneció aislada en un lugar secreto sufriendo torturas. Además, hizo hincapié en que actualmente hay más de 500 saharauis desaparecidos y una cincuentena de prisioneros políticos, 20 de los cuales se encuentran en huelga de hambre.
Tanto Antich como Àlvarez pusieron de manifiesto el parecido de Haidar con la figura de Jovellanos. Así, el jefe del Ejecutivo asturiano calificó a la activista saharaui como una «mujer valiente y firmemente comprometida, que nunca ha claudicado en la lucha por los derechos fundamentales».